Si todas las tardes buscás una receta fácil, rica y económica para picar o acompañar la merienda y si la tarta de jamón y queso es de tus favoritas, estos son los bocaditos indicados. No se necesita cocción en el horno, sino que se puede hacer en cualquier plancha o sartén y se puede preparar rápidamente en 15 minutos.

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Este snack es ideal para salvarte una tarde o una merienda a la que debas llevar algo elaborado. Son sencillos de preparar y deliciosos. Además, al contener jamón y queso son una buena fuente de proteína. Es un plato que suele encantar a los niños y no hay problema si comen demasiado porque no son pesados ni llevan grasas extra.

Rollitos de jamón y queso sin horno

Ingredientes

- Una tapa para tarta

- 200 gramos de jamón cocido natural

- 200 gramos de queso en fetas

- 1 huevo para pincelar

- Queso rallado

- Mix de semillas

Paso a paso de los rollitos de jamón y queso

1. Estirá una masa de tarta sobre la mesa espolvoreada con harina

2. Abrí un huevo y batilo por dos minutos con un tenedor, lo suficiente para que se integren la lleva y la clara

3. Pincelá la masa por el interior y cubrila con una capa de jamón y otra capa de queso

4. Colocá la segunda masa, también pincelada con huevo, encima del jamón y queso

5. Cortá las masitas con el relleno por el medio para obtener dos semicírculos

6. Cortar cada mitad en pequeños triángulos de forma que puedas enrollarlos desde la parte más ancha hasta la más angostita. Como resultado debería quedar algo con una forma parecida a la de una medialuna

7. Pincelá nuevamente los rollitos con huevo en una cantidad abundante y espolvorear queso rallado y mix de semillas por encima para que queden pegados

8. Llevá a una sartén, flip o plancha en hornalla previamente calentadas y cociná los rolls a fuego mínimo 15 minutos de cada lado

Para lograr un acabado dorado equilibrado, podés llevarlos al horno durante 20 minutos o hasta que estén lo suficientemente dorados como para servirlos. Si te gustan las preparaciones más caseras, también podés hacer vos mismo la masa. Para eso necesitarás 300 gramos de harina común, 150 gramos de manteca, una cucharadita de sal y medio vaso de agua fría.

La preparación es sencilla y solo deberás desarmar con las manos la manteca fría sobre la harina y la sal. Una vez que la preparación tenga consistencia de arena, podés agregar el agua helada de a chorritos pequeños. Uní todos los ingredientes después de cada chorrito hasta que la masa quede completamente ligada. La masa debe guardarse en la heladera durante una media hora para después estirar sobre la mesa hasta lograr la forma de una tarta.